No perderse a veces implica no encontrarse nunca. Con la idea de encontrarnos con nuestro deporte favorito nos adentramos en la capital de nuestro país. Un Madrid que nos esperaba con gente, como no, con mucho alboroto y poco aire fresco. Dejamos Ciudad Real con ilusión esa mañana de Sábado, la ilusión te mantiene vivo aunque en ocasiones te quite la vida.
Carretera y manta, no, carretera y charla. Charlas que suman, aprendes escuchando y expones lo tuyo sin temor a que te estén pisando. Viajé con tres seres a los que el boxeo ha unido y como dice el dicho que me voy a inventar ahora mismo, «Lo que el boxeo ha unido no lo va a separar el hombre»
A todo esto, en el fuero interno de todos y cada uno iba ese cosquilleo de que el día acabaría con boxeo de calidad en un recinto único, nuestro MGM de Las Vegas español.
Puedes pasarlo bien, mal o regular según las condiciones que se den en un día u otro dando igual la ciudad que visites, ya puede ser la ciudad más espectacular del mundo que puedes tener un día cruzado e irte de bajón. Ahora bien cuando no puedes pasarlo mal o regular es al lado de una persona como Ángel Turrillo, eso sí que lo tengo claro. El aburrimiento está descartado, el carisma no lo puedes alquilar por horas. Las risas que pasamos 4 personas para comprar un bono de metro son un claro ejemplo de ello. Sin contar las mil y una anécdotas en las que sólo te queda escuchar embobado como dije previamente.
Visitar un barrio que no has pisado nunca, fijándote en sus gentes, en lo más puro y real de un día a día en esa zona, aparte de su historia y su idiosincrasia, para mí es una de las claves a la hora de viajar. Y es que para hablar de esos menesteres tengo que resaltar a José Camacho, una persona que coincide totalmente conmigo y veló por nuestro bienestar cada minuto del día, otro con el que no te aburres y aprendes callado. Para mí, una de las claves para crecer como persona es escuchar a gente que ha vivido más cosas que tu y sobre todo cosas distintas, que desconoces totalmente, y si encima son personas que la maldad la tienen fuera de su diccionario, no saben ejercerla, pues mejor aún.
Y entre caminar, conocer, parar para tapear y comer, llegó la hora de volver, si, a lo que nos ocupaba esa tarde noche. Después de ir enlatados en el metro llegamos a nuestro destino algo «apretados» jajaja, alguno me entenderá.
Wizink Center a la vista, entradas en mano y para dentro. Que ganas tenía de escribir esto, incalculables. Desde que leí a A.J. Liebling en «La dulce ciencia».
Ya estábamos en el recinto y aquí es cuando entra mi guiño a la última persona que nos acompañó a Madrid en el mismo coche, Héctor Reina. Hace muchos años que nos conocíamos sin conocernos, Internet es la respuesta. La primera vez que vi a Héctor fue en la grada viéndole boxear y ser campeón de Castilla La Mancha. Pero cuando lo conocí en el gimnasio me dí cuenta que la humildad y el conocimiento que tiene le definen incluso más. Héctor es de esas personas que cuesta encontrar, al menos a mi me han costado años encontrar a gente como el, que sepan tanto de boxeo y me comprendan en mi locura por este deporte. Me gustaría poder trasladaros con palabras la ilusión con la que entró al pabellón, abrió la puerta de acceso y vio el ring y el recinto por dentro. Es imposible de describir por muy visual que me exprese, no hay palabras.
Lamentablemente estuvimos al principio de la velada sin un pilar fundamental, Rafa De la Cruz, alguien totalmente necesario para nosotros pero que pudo llegar a ver las peleas estelares y pudimos disfrutar con él.
Muy llamativo e ilusionante estar sentado en un recinto tan enorme y tan importante para una velada de boxeo. Pudimos saludar a boxeadores retirados, en activo y campeones en asientos aledaños. Incluso alguno se sorprendió de que le saludara, pensaba que pasaba desapercibido, para mi no. Hablo de Silvio Olteanu. Tres veces campeón de Europa y que boxeó por un título mundial en Japón. Referentes que pasan desapercibidos. Héctor me avisó de que teníamos detrás a Moussa Gholam, luego me fijé que en nuestra grada estaba Franky La ley Urquiaga, también pudimos saludar a Javier García Roche y a Antonio Rodriguez Chiky al que recordé la entrevista que le hice en el blog y fue muy cariñoso conmigo. El hecho de ver a tanto boxeador e incluso poder comentar con el mismo Chiky en un descanso la pelea que acabábamos de ver es algo que para un aficionado tan grande al noble arte como yo hace de eso uno de los días que recordaré siempre.
En sillas de Ring vimos a gente que admiro como Jaime Ugarte, José Luis Garcí y Joseba Larrañaga. En resumen, la Madrid boxística hizo el intento para que un evento de una promotora nueva tuviera éxito, he leído que hubo 3000 personas, para el cartel que había es algo pobre aunque no esta mal.
La velada comenzaba con sus combates preliminares y entretenidos, mención especial a Karen Chukhadazian que noqueó a Marcano gracias a los golpes abajo. Tenía muchas ganas de ver al ucraniano por su gran curriculum, venía de pelear en Enero ante Jaron Ennis (29-0 27 kos) en EEUU por el mundial interino del peso welter y perder por puntos.
Si hay algo que me dolió aunque no era algo que me extrañara demasiado fue la poca actividad real en las peleas de Maravilla Alonso y Jorge Fortea. Dejaron destellos de alta escuela que no tienen nada que envidiar a americanos y cubanos pero la poca actividad, como decía, hacía por consiguiente los round se igualaran y no se tuviera demasiado claro el ganador entre el público. Yo si les vi algo superiores en el cómputo global.
Entrando al campeonato de España entre Samuel Molina y Rikar Urrutia probablemente podamos decir sin temor a nada ni a nadie, que ha sido uno de las mejores peleas del año en España, la versatilidad y variedad que tiene el malagueño sumado a algún desplante que poca gracia nos hizo a los allí presentes fue un cóctel que hizo sacar su mejor versión al vasco Urrutia y a un pabellón entregado con el. Samuel tiene mucha variedad de golpes y si tiene que fajarse y ponerse el mono de trabajo también lo hace. Rikar Urrutia gracias a la presión y la seriedad de su boxeo supo llevarse varios asaltos y golpear duro al campeón de España en diversos momentos de la pelea. Fue la pelea más aplaudida en parte porque no se esperaba ese gran desempeño de un boxeador que no había pasado de peleas de 6 asaltos en su carrera profesional y eso siempre enciende a la gente que se posiciona con el menos favorito o «underdog» como dicen en Estados Unidos. Retuvo su título de España Samuel Molina merecidamente y sigue su carrera sin freno ninguno.
El Cazador Navarro hizo ante Ronny Landaeta lo que tenía que hacer y lo que estaba ejecutando hace apenas dos meses en Córdoba. La diferencia claramente visible es que ya no se fiaba tanto de las bombas que lanzaba Ronny, no era para fiarse, alguna le llegó, Ronny aún pareciendo herido te suelta las manos intentando la heróica. Pero no, esta vez no y un Navarro diésel, con un ritmo sin variaciones pero martilleante fue sacando el trabajo desde su distancia pegando arriba y abajo hasta que en el 9º asalto una pequeña ballesta le hizo dejar a su rival perfectamente colocado para sacar una derecha de libro. Ronny miraba para atrás contrariado y el señor colegiado, Agapito, como más tarde al final del evento nos contaba, tuvo que para la pelea al ver que Landaeta tenía los ojos en Pekín y podía ocurrir una desgracia. Ronny Landaeta dió todo lo que tuvo pero no pudo retener el título de España. El cazador Navarro se proclamaba campeón de España con 22 añitos, casi nada.
La pelea estelar era muy especial. Son boxeadores que me encantan. Petrov tiene una carrera a sus espaldas increíble, peleando en muchos países, disputando títulos del mundo ante Flanagan o Maidana y dando peleas muy emocionantes. Y Jonfer es la virtuosidad hecha boxeo. Muy alto, muy preciso y muy rápido. La pelea transcurrió por los cauces esperados, Petrov tenía que buscar un poco acercarse a una distancia en la que poder conectar y Jonfer tranquilo sobre el ring con esquivas efectivas combinadas con contragolpes que acertaba la mayoría de las veces. Petrov conectó sus manos e hizo que la pelea subiera de temperatura ya que también hacía sus defensas de cintura a la altura de un superclase como él. Pero también estaba enfrentando a un Jonfer en uno de sus mejores momentos como boxeador. Jonfer lo tumbó un par de veces con esas combinaciones que te pega desde su casa y donde tu no puedes ni soltar la mano perdida que acabe con el, no llegas, sin más. Parecía que estaba el pescado vendido hasta que ambos nos regalaron un 4º asalto de ensueño. Petrov se lanzó a por todas y conectó lo suyo para alegría de el público que veía la pelea acabada en el asalto anterior.
Para sorpresa de todos antes de salir al 5º asalto finalizó todo y no continuó. Al principio nos dolió pero era comprensible, Jonfer estaba muy fino y Petia Petrov le llegaban más de lo que él llegaba y más duro, así que es buena decisión. No era esa la única despedida que iba a hacer Petrov esa noche, también anunciaba su retiro al darle el micro para hablar con el público. Buena decisión y honor a nuestro Petia.
Jonfer está más que listo para una revancha ante Samuel Molina y más que listo para un título europeo, tiene ese talento que si no se aprovecha va a ser una pena.
Lo que nadie nos va a quitar es la tarde noche que vivimos el 29 de Abril de 2023 en Madrid.
Salimos del recinto contentos y satisfechos rumbo a nuestra Ciudad Real, nuestra tierra, paz y vida en armonía. Pero volveremos seguro.
Dedicado a José Camacho, Ángel Turrillo, Héctor Reina y Rafael De la Cruz.