Uno de los muchos males que sufre el boxeo actual es el continuo trasiego de cinturones por todos lados y uno de esos es el del «Campeón interino«; supuestamente hecho para casos especiales, como cuando un campeón mundial se lesiona y no puede defender dicho título. Así mismo, el título interino lo disputaban los dos siguientes púgiles en las listas, para después, el que saliera victorioso, enfrentarse con el campeón una vez se recuperara.
Pero no, actualmente la cosa no va así, han prostituido ese interinato para venderle al aficionado un campeonato en sus carteleras. Los aficionados reales entienden que es un movimiento de los organismos para cobrar más tasas y que su organización aparezca en todos lados. Por un lado, tenemos al campeón defendiendo su título, y por otro, al campeón interno haciendo exactamente lo mismo. Como si no hubiese suficiente lío con tanto número de organismos.
¿Y, que pasa cuando el campeón del mundo unificado y superestrella, deja vacante todas las coronas?, pues que esa multitud de «campeones interinos» (nombrados a dedo, para seguir moviendo la marca de tu organismo y seguir sacando dinero) de buenas a primeras son campeones del mundo por obra y gracia de Dios. Se enteran en casa.
¿Tienen culpa los púgiles que disputan esos títulos? No, ellos hacen su trabajo. La responsabilidad la tienen los que dicen amar a su deporte, pero le quitan toda la credibilidad del mundo.
A tenor de todo esto, anoche en Las Vegas, en una velada promovida por Top Rank, Brian Norman Jr (27-0) retuvo su título mundial (WBO) del peso welter, en tan solo tres asaltos, ante el puertorriqueño Derrieck Cuevas (27-2). El púgil norteamericano (que heredó el título de Crawford el pasado año) no tuvo rival, Cuevas estaba en un ritmo muy inferior en cuanto a velocidad y fueron varios crochet de izquierda, terminando la acción con el jab, los que dieron en la lona con el boricua al final del tercer asalto. El árbitro tuvo a bien parar el pleito ante la mirada perdida de Cuevas. Estaremos atentos a los siguientes pasos de Norman Jr; tiene un boxeo muy limpio y contundente.
El otro combate estelar de la noche, en Las Vegas, fue la revancha entre Mikaela Mayer (21-2) y Sandy Ryan (7-3), con el mundial del peso welter (WBO) en juego. El primer combate fue muy ajustado, de hecho un juez dio nulo en las cartulinas y los otros dos, si vieron a Mikaela ganar.

Anoche, la británica Sandy Ryan empezó con más dudas, pero se fue calentando conforme avanzaban los asaltos, aun así no le dio para llevarse el título a Derby, Inglaterra. Mikaela Mayer hizo un gran trabajo desde su distancia y cuando no le convenía trababa las acciones. La decisión de los jueces fue decisión unánime (98-92, 98-92, 97-93) en favor de la norteamericana Mikaela Mayer.
Ahora todos esperamos, hasta ellas lo esperan, una unificación entre Mayer y la galesa Lauren Price (9-0) que, a mi modo de ver, es la mejor peso welter del mundo. Veremos lo que ocurre, por el momento ambas son las reinas del welter.