El AT&T Stadium de Arlintgton, Texas, fue el espectacular escenario elegido para una velada que congregaría a miles de personas en el recinto, y a millones de espectadores en sus casas. Netflix emitía en abierto la velada, sin PPV, para todo el mundo.
En términos generales, sin entrar a la crítica del «combate» que reunió a todos, hasta los que no ven nunca boxeo, fue una velada muy interesante que contó con combates muy parejos y en dos de ellos disputándose títulos mundiales.
Mario Barrios, después de ser ascendido a campeón WBC, tras el abandono de Crawford del peso welter, anoche, hacía una defensa de su cinturón ante Abel Ramos. Es la típica oportunidad que se le da a alguien que de sus últimos cinco combates había perdido tres de ellos, pero que te hace el lío y te cuesta dios y ayuda llevarte el resultado a tu favor, y así fue, ambos cayeron a la lona tras unas buenas y potentes manos de su rival y los jueces al finalizar la ruta, vieron cada uno de forma distinta lo ocurrido, uno a favor de Barrios, otro de Ramos y otro empate, teniendo como resultado un combate nulo y manteniéndose el título en el haber de Mario Barrios. Grandísimo combate para ir abriendo boca el que nos dieron ambos púgiles.
El combate semi estelar de la noche, en Texas, fue la revancha por todos los cinturones posibles del peso super ligero femenino, en posesión de Katie Taylor ante la leyenda, brava y peligrosísima, Amanda Serrano.
He de decir que me sigue pareciendo absurdo, aunque sus razones tendrán, el hecho de que en boxeo femenino los asaltos duren 2 minutos, es anti boxeo totalmente.
El combate fue muy parecido al primero que sostuvieron ambas púgiles, con la salvedad, de que en el anterior combate no hubo un corte tan peligroso en la ceja de ninguna, como si pasó anoche, Amanda estuvo condicionada por ese corte desde la mitad del combate en adelante, pero pudimos disfrutar de la belleza del boxeo y a la vez de una guerra despiadada, aunque más de lo segundo, porque ambas soltaron amarras y dieron todo lo que tenían hasta el último aliento del combate.
Si bien el poder lo tenía la puertorriqueña, Katie contestaba con sus combinaciones de dos y tres golpes que Amanda se tragaba sin pestañear, aunque frenaban ese ímpetu durante un par de segundos. Katie sufría las acometidas de su rival como buenamente podía, administrando en todo momento sus fuerzas y sabiendo cuando tocaba responder para no ir perdiendo los asaltos. Si decíamos que el poder lo tenía Amanda, la velocidad y precisión de cirujano la poseía Katie Taylor.
Tras el corte en la ceja de Amanda Serrano, por un choque fortuito, Amanda empujó incluso más, intentaba sacar del ring a su rival, a la que en un par de ocasiones dañó, aunque no de gravedad. Probablemente, Amanda encajó más golpes por esa perdida de visibilidad en el ojo derecho, Katie seguía trabajando esa zona, no obstante cuando la puertorriqueña encerraba en las cuerdas a la irlandesa, se olía el KO a kilómetros de distancia.
En el octavo episodio le quitaron un punto a Katie Taylor, por entrar como un ariete con la cabeza, tras las continuas quejas del equipo de Amanda. Yo creo que era más fruto del cansancio esas entradas al clinch con la cabeza, que de una táctica para cortar a su oponente, pero obviamente, sea la causa que sea tiene que ser avisada o sancionada.
Finalmente, llegaron al final de la ruta marcada, terminaron los 10 asaltos en pie y escucharon el veredicto final que daba ganadora a Katie Taylor por un triple 95-94. Justo o no justo, jamás podemos llamar robo a un resultado así en un combate tan cerrado.
Yo firmo un tercer combate. Y si es a 12 asaltos de 3 minutos, mejor. Bravo por ellas.
Llegaba lo que muchos estaban esperando, como dije previamente, millones de personas en todo el mundo que incluso no suelen ver boxeo habitualmente, estaban emocionados con ver el regreso al ring de una leyenda como Mike Tyson, el problema es que la nostalgia no nuble tu raciocinio, en el caso de que lo tengas.
Cuando se anunció este combate hace ya unos cuantos meses, lo primero que se me pasó por la cabeza fue que veríamos muy probablemente, en unas décadas, en alguna biografía, libro o documental, alguien involucrado en este show reconociendo que estaba pactado de algún modo. ¿Los términos o pactos? No los sabía, pero yo me lo imaginé y creo que algo de eso vimos anoche.
Ocho asaltos de dos minutos y las algo más de 72.000 personas en el recinto rugiendo de emoción ante la idea de visualizar un golpe de Tyson que acabara con el «youtuber» americano en la lona. Salvo una izquierda en la pera de Mike a Jake Paul nada más empezar, no vimos absolutamente nada más del bueno de Mike. Jake se dedicó a moverse y en su distancia larga lanzar un par de manos rápidas, sin más. Mike no encerraba, ni tenía la menor intención de acorralar a su rival, Jake jugó y hasta perdonó a una leyenda del boxeo con 58 años. ¿Entraba esto dentro de un pacto? O simplemente hablamos de que han jugado con las ilusiones de miles de ilusos, que imaginaban que el tiempo no había pasado para Mike. Yo creo que hay un poco de todo. El combate llegó a la distancia y los jueces valoraron (80-72, 79-73, 79-73) en favor de Jake Paul, que rindió un homenaje a Mike Tyson, segundos antes de acabar el «show» en forma de combate.
Espero y deseo que esto despierte a mucha gente. Es inconcebible que este combate sea OFICIAL. Ningún organismo, comisión deportiva etc… debería tener tanta cara dura como para sancionar oficialmente esta broma, pero lamentablemente ha ocurrido. ¿Lo positivo? Que Mike está bien y no le ha pasado nada malo. Por lo demás, un evento muy completo en los combates previos, buenas y merecidas bolsas para todos ellos.