De algo no tengo dudas, Terence Crawford es de los mejores púgiles en las últimas dos décadas.
Ahora bien, sabemos que no es nada fácil entrar en el corazón de los aficionados y eso que el americano ha navegado por varias divisiones con una superioridad pasmosa.
¿Creéis que un boxeador necesita escupir sangre para volver loca a la gente? No lo creo. Ayudar ayuda, pero si tu talento te permite cuidar tu salud hasta tal punto de ganar campeonatos del mundo en una pata, pues brindemos todos. Ojalá todos los boxeadores, a la hora de estar retirados, demuestren una salud de hierro. El deporte de competición nunca es sano, pero si encima eres un boxeador que guerrea hasta con los que son muy inferiores a ti, pues no hay mucho que decir, se entiende que a la larga no sale nada rentable. No es el caso de Crawford.
Terence Crawford sabe adaptarse a cada rival y si tiene que dormir el combate pues lo duerme, pero cuando huele sangre también busca el KO y al que manda a dormir es a su rival. Es un estilo muy estadounidense, lo malo es que no ha tenido una rivalidad histórica como si tuvo Sugar Ray Leonard, Robinson, Mayweather, Márquez o Pacquiao. Algo parecido le está pasando al mexicano Saúl Canelo Álvarez, aunque el Canelo si ha perdido combates.
Terence «Bud» Crawford ha pasado de boxear ante Yuriorkis Gamboa «El Ciclón de Guantánamo», a compartir ring con Spence jr, y ahora se habla del Canelo Álvarez, es indudable que sí ha tomado riesgos a la hora de subir de categoría.
¿Pero qué es lo que le falta? Quizás, nada, no lo sé, pero tengo la sensación de que muchos aficionados al noble arte mientras leen esto seguro que me contestarían al instante algún argumento del porqué Terence Crawford no vende tanto, ni los aficionados se apasionan tanto con él, como lo hicieron con Manny Pacquiao, Floyd Mayweather (aunque fuera para mal), Juan Manuel Márquez, Canelo etc…
Mi conclusión, si es que esto debe tener una, porque hay muchas formas de verlo, es que hay púgiles que han nacido para que se les admire y se aprenda de ellos cada movimiento y cada gesto en el ring, y vender o no vender más tickets no forma parte de sus mayores virtudes, simplemente unos se venden mejor que otros.
Carlos Fernández