Hoy es un dia muy especial para mi. Inauguro página web de este nuestro deporte, el boxeo. Y abro la veda trayendo a un referente de los de verdad. Rubén Nieto. Un campeón con todas las letras, que nunca lo ha tenido fácil pero que consiguió muchos éxitos en el noble arte a base de esfuerzo y tesón. Podemos decir que fue campeón de España, de la Unión Europea y campeón europeo y eso sería cierto pero también sería quedarse muy corto con todo lo que transmitía y representaba este púgil a los aficionados cuando se subía al cuadrilátero. Os dejo con el.
-¿Qué es lo que sintió el Rubén Nieto de muy joven la primera vez que conoció el boxeo?
-Cuando conocí ese deporte me encantó. Era una sensación difícil de explicar. Al principio uno iba a entrenar por hacer algo y no estar perdiendo el tiempo en el parque. Pero poco a poco se fue convirtiendo en una rutina, que terminó dando paso a una obsesión. Poder entrenar era lo que me hacía sentir feliz al final del día.
– En el campo profesional has sido campeón de España, de la Unión Europea y campeón de Europa, pero yo quiero saber, ¿Qué pasaba por tu cabeza cuando eras un boxeador amateur?, ¿Te imaginabas conseguir todo eso?
-Jamás pensé que algo así sucedería en mi carrera. Comencé siendo un mal boxeador porque no estaba preparado para pelear. No entrenaba para pelear. Es algo que hoy día trato de transmitir a los chicos que vienen a entrenar conmigo. Empecé perdiendo la primera vez que me subí a un ring y en mi tercera pelea incluso me pusieron patas arriba.
Yo solo quería probarme en un par de peleas pero quería irme con el sabor de haber ganado. Hice como 5 peleas amateur y decidí tomar un camino que marcó mi vida. Empecé a ver lo que es el boxeo después de salir de mi entorno y viajar a Puerto Rico. Tuve una experiencia de joven conociendo el boxeo de primera mano en un país puntero y cuando volví a España caí casi sin querer en Fuenlabrada después de sopesar en qué sitio poder cambiar lo que estaba haciendo mal.
Cuando me puse a trabajar con Luis Coraje Muñoz solo quería probar una pelea más. Al comenzar a trabajar con él fuimos a Barcelona y mi primera pelea con él fue con Isaac Real Chaca. Un campeón Europeo que dio muchas alegrías al boxeo nacional. También perdí esa pelea y mi entrenador me dijo que el camino no iba a ser fácil. Que sus peleadores se enfrentaban a los mejores y que así sería si me iniciaba en esto. Pelea a pelea fueron llegando buenos resultados. Cada vez iba siendo un objetivo mayor pero los pasos los dábamos despacio.
Al querer mirar atrás, estaba de profesional y siendo un referente para la gente aficionada. Ya solo podía afrontar el camino que había creado a base de trabajo y esfuerzo y llegar lo más alto que pudiera.
– La gente del boxeo sabe de los sacrificios que tiene que hacer un boxeador en España para boxear y trabajar a la vez. ¿Que consejo le darías a un competidor joven que tiene su trabajo o estudiar, ante una semana mentalmente dura en la que quieres dejarlo todo? ¿Cómo salías de esos bajones?
-No se puede apostar todo a una carta. Aquí es difícil vivir del deporte a no ser que seas un talento o alguien mediático. Puedes perseguir tu objetivo sin descuidar tu formación. Lo que puedo decir es que traten de disfrutar el camino. Yo dejé los estudios joven y me puse a trabajar.
Desde los 16 estuve trabajando y salvo algunas veces que me quedé en paro, solo me pude permitir el vivir de mi pasión cuando fui campeón de Europa en Inglaterra. Por eso digo que no apuesten todo a una carta, por más difícil que resulten las cosas, al final ese esfuerzo y sacrificio hará más dulce los resultados y con el tiempo cuando estén sentados en casa retirados podrán saborear mejor los éxitos conseguidos.
– ¿Cuál fue el rival que más te sorprendió en el ring ya sea en sparring o en una pelea?
-Todos han tenido algo. El que más me sorprendió y más incómodo me resultó pelear fue Ernesto España. Tenía un estilo raro, se cambiaba de zurdo y era muy alto. Tenía buena pegada y lamentablemente mi cabeza lo sufrió. Una vez guanteé con Benito, era un boxeador de la década pasada, quizá de cuando mi entrenador peleaba en Tele 5.
En realidad no recuerdo bien pero si recuerdo una sesión de guanteo en la que subimos y me pegó tal palo arriba que me hizo arrodillarme y quedarme sin poder reaccionar.
En amateur me pusieron patas arriba también y fueron momentos de querer dejarlo todo. Lo único, que a pesar de las caídas, yo era feliz con la disciplina que tenía y de cómo era mi vida estando en un gimnasio. Veía que invertía el tiempo en algo que me hacía feliz y eso era lo que me daba esa energía para seguir intentándolo.
– Alguna anécdota de cuando viajaste fuera de casa a boxear.
-Pues tuve una estando en Puerto Rico cuando conocí a Félix Tito Trinidad. Llevaba un tiempo tratando de poder sacarme una foto con él y un día tuve la suerte de encontrarlo en una gallera en Cupey. El estaba hablando con un grupo de gente y esperé mi momento para no interrumpirle. Cuando terminó se acercó a mí y me saludó. Yo le expliqué el porqué estaba allí tan lejos de mi tierra y me invitó a ver peleas de gallos. Cómo ves, el es de esas personas que tienen magia y caminan con un aura especial.
Estuve toda la tarde con él y me contó muchas anécdotas de sus peleas. Para mi fue la sensación más grande que había tenido nunca por la admiración y orgullo que le tenía como persona.
Con el tiempo tuve varias ocasiones de poder compartir más momentos así y fue algo que sin duda marcaron las ganas y la ilusión por querer conseguir algo a nivel deportivo.
– Entrando en curiosidades más concretas. En la grandísima pelea ante el campeón europeo Michelle Di Rocco estuviste muy cerca de ganar. ¿Qué nos puedes decir de esa noche?
-Va hacer 10 años ya el próximo mes de octubre.
Recuerdo a Di Rocco por la experiencia que transmitía encima del ring. El era distinto a todos los peleadores con los que me había enfrentado. Al final no bastó mi fortaleza física para ganar. Hacía falta inteligencia técnica y saber controlar el impulso de cuándo sacar los golpes para que fueran más certeros. En eso él era un peleador con una gran experiencia que supo manejar los tiempos de pelea en todo momento.
Físicamente yo tiraba pero no conectaba, no me sentía en la distancia adecuada para poder imponer mi pegada . A pesar de la derrota, fue el momento donde más sentí el apoyo de la gente. En aquel momento no era consciente de la importancia que había en realizar esa pelea y mi preparación fue tan exigente como todas las preparaciones que venía haciendo.
Creo que la pelea me la ganó bien pero presenté una dura batalla. Al final no bastó con todo lo que saqué. Si esa pelea me coge con algo más de experiencia creo que hubiera tenido mejor resultado para mi. Siendo campeón de Europa después de la pelea con Daws me escribió para ver si se podía hacer una revancha. Esos temas no corrían por mi cuenta pero debimos haberla tomado para sacar esa duda que quedará por siempre.
– La guerra ante Lenny Daws que te hizo campeón de Europa tuvo de todo. ¿Cómo te trataron los ingleses esa noche?
-Pues no recuerdo bien porque no les entendía pero nos gritaron bastante. Al final estaba concentrado en mi objetivo y no hacía caso de los abucheos. Peor suerte corrieron toda la gente que venía conmigo. Tuvieron que salir escoltados al dar el veredicto de la pelea. Casi salen a palos con ellos. Como cada vez que salí fuera a pelear, en aquella ocasión me tuvieron que llevar al hospital para darme puntos en la frente.
No recuerdo cuantos fueron pero si recuerdo el dolor, ya que paso mucho tiempo de la pelea a la intervención y me hicieron polvo al coserme teniendo tantas heridas de guerra.
– No me puedo ir sin dar las gracias como aficionado por protagonizar una de las mejores peleas entre españoles en décadas y por un campeonato de Europa. Hasta un cara a cara grabado hubo. ¿Te sorprendió Nicolás o la pelea transcurrió como pensabas?
-Lo que me sorprendió fue que fuéramos capaces de mover tanta gente. Sobre la pelea puedo decir que nadie puede pensar en que una pelea pueda transcurrir de una manera o de otra pero yo si tenia claro el camino que debía tomar.
Luis y yo trabajamos a conciencia y aunque a Nico nos superaba en muchas cosas, pero en las que nosotros éramos superiores eran las herramientas necesarias para salir con el brazo en alto. Supimos jugar nuestras cartas mejor porque teníamos un grado más de experiencia y eso fue lo que hizo que ganáramos esa batalla.
– Una realidad palpable era que movías mucha gente para tus peleas. ¿Qué crees que le falta al boxeo para dar el siguiente paso?
-Deportivamente creo que están en el mejor momento. Todos los fines de semana hay veladas amateur y los chicos van con un rodaje adecuado de cara al boxeo profesional. Antes solo peleabas cuando Ricardo hacía una velada y si ibas a un campeonato de España encadenaba dos o tres peleas.
Era difícil debutar de profesional con una experiencia notable. Hoy día la selección está obteniendo unos resultados de primera. Tenemos clasificados a varios competidores para las olimpiadas.
Pero es cierto que a pesar de estar en el mejor momento competitivo no hay el movimiento de peleas profesionales que había hace unos años y es porque es muy arriesgado invertir en el boxeo.
– Llegó el retiro hace ya unos años. Cuentas en Marcabox la causa sanitaria y demás. ¿Ha costado salir del boxeo de competición mentalmente hablando o ha sido positivo a la larga?
-Fue la decisión más difícil que pude haber tomado. Mi entrenador me dijo después de aquella última pelea con España que no me iba a sacar más a pelear. Que el ya no sería partícipe de que me hicieran daño y decidimos colgar los guantes. No hay un solo día que no piense en esa etapa de mi vida.
Cuando me retiré entrenaba todos los días como si aun fuera a pelear. Poco a poco todo eso fue cambiando aunque a día de hoy aún sigo manteniéndome en forma. Con algún que otro dolor pero sigo sintiéndome bien. El retiro deja muchas secuelas emocionales y uno tiene que sobrellevarlo de la mejor manera.
Uno nunca dejará de sentirse boxeador por más que pase el tiempo.
– Por último para cerrar quiero saber y quieren todos saber que es de Rubén Nieto actualmente. Y donde está dando clases de boxeo para que todos se puedan acercar a aprender contigo.
-Pues el Ruben de hoy día da clases en el gimnasio M-5 de Torrejón de Ardoz, Martes y Jueves en la avenida de la Constitución Nº8. Comparto un espacio con Kai Muay Freefighters. Es un equipo de peleadores de Muay Thai que lleva mi amigo Jaime Luengo. Allí estoy con un grupo de gente muy buena. También comparto espacio en un gimnasio llamado Thor en la calle Hilados 17. Tengo la suerte de poder ayudar a la gente que viene a entrenar y eso llena esa parte de mi que sentía cuando era boxeador.
Muchas gracias Rubén por la entrevista.
Pues sin duda os mando un saludo muy grande a todos en especial a la escuela de boxeo Rayfer y agradecerte la oportunidad y él reconocimiento que tenéis conmigo a pesar de los años que han pasado ya retirado.