El T-Mobile Arena de Las Vegas fue testigo, anoche, de una nueva ejecución pública del monstruo japonés Naoya Inoue (30-0; 27 ko). El monarca absoluto del peso supergallo, se enfrentaba al texano Ramón Cárdenas (26-2; 14 ko) y las apuestas, como se pueden imaginar, estaban muy a favor de Naoya Inoue.
Si no existiese la más mínima opción a la sorpresa, el boxeo no tendría la legión de aficionados que posee en todo el mundo. Siempre queda esa duda, y si no, qué se le pregunten a Buster Douglas.
Ramón Cárdenas le planteó una guerra total al japonés, que, como era de esperar, aceptó con gusto. En el segundo asalto, Naoya presionaba y golpeaba con dureza el cuerpo del americano, cuando fue sorprendido por un volado de izquierda que entró limpio como una mañana de primavera; como diría el gran Jaime Ugarte. Naoya Inoue se levantó contrariado, pero fresco, tal y como le ocurrió con Luis «Pantera» Nery.
A partir de esa caída, el japonés incrementó aún más si cabe el ritmo previamente impuesto por él. Cárdenas intercambiaba un golpe suyo por cuatro del japonés y eso no es buen negocio.
En el séptimo asalto, el americano hizo su primera visita a la lona y en el octavo, el árbitro se apiadó de él, por mucha queja posterior que mostrara en esa parada final. Realmente, le salvaron de un castigo innecesario.
Hay que aplaudir el arrojo del americano, que lanzó todo lo que tenía, y no se dejó nada. Perdió porque su rival es mejor y punto.
Naoya Inoue sigue dominando su división, pero los rivales ya le hacen más daño. Hay que recordar que el monstruo japonés empezó siendo un peso minimosca, ahí es nada.
En el otro título del mundo en disputa anoche, Rafael Espinoza (27-0; 23 Ko) noqueó a Edward Vázquez (17-3; 4 Ko), para retener por tercera vez su título mundial WBO, del peso pluma. El combate no tuvo historia, el mexicano apabulló durante siete asaltos al americano y, al igual que con Inoue, el árbitro se vio obligado a intervenir, para evitar un desastre. Espinoza maneja bien la distancia, es habilidoso y pega duro, es un campeón muy a tener en cuenta.
