Mary Romero disputaba anoche el título mundial del WBC, del peso supermosca, en Rotherbaum, Alemania. La campeona, Asley González, realizaba la segunda defensa de su campeonato mundial.
Mary ha sido campeona de España y de Europa en el peso supergallo. En el peso gallo no tuvo mucho éxito, aunque tuvo grandes oportunidades, una de ellas disputando el título WBO y WBC en Dinamarca ante Dina Thorslund. El caso es que a sus 39 años le están llegando unas oportunidades muy grandes, prácticamente irrechazables, y tiene una explicación, el boxeo femenino no cuenta con una nómina de competidoras tan grande como puede ser en el boxeo masculino, y teniendo un buen curriculum a tus espaldas te pueden llamar en cualquier momento para algo grande, incluso si vienes de derrota, como en el caso de la murciana (ante Rianna Ríos en Junio).
El combate comenzó con las cartas bien marcadas, Mary boxeando hacia atrás, recibiendo a la mexicana con su mano adelantada en forma de crochet o jab, que conseguía frenar las acometidas de la campeona mundial. La verdad es, que el inicio fue muy esperanzador, los primeros 4 asaltos fueron muy positivos, a pesar de la maldita duración de dos minutos por ronda, que tanto odio.
Asley caminaba hacia adelante con una tranquilidad pasmosa, segura de si misma, transmitía mucha seguridad. En cambio, el lenguaje corporal de la española le delataba por momentos, debió sentir el poder de la mexicana muy pronto, o simplemente el plan era moverse y en caso de verse arrinconada buscar el clinch constantemente. Eso se vio agravado en el ecuador del combate, el quinto asalto fue clave en el devenir de los acontecimientos, más bien los últimos 15 segundos. La española lanzó una derecha con toda sus ganas y la campeona mundial contragolpeaba con la misma mano, pero en forma de swing, que impactó en la quijada de Mary Romero y quedó totalmente mareada a merced de los golpes de Asley que no pudo finalizar el combate por el escaso tiempo que quedaba para terminar el asalto.
A partir de ahí, Mary Romero ya no sintió esa comodidad de los primeros asaltos, y era más abundante el número de trabas al combate, que el número de contras ejecutadas a las que nos acostumbró al comienzo del pleito. Aun así, consiguió entrar alguna mano clara al rostro de la campeona, pero la contundencia era de su contrincante.
El último asalto fue duro para la española, estaba muy agotada y se movía por las cuerdas sin tonificación muscular y con flojera en las piernas, solo el orgullo le permitía sacar de vez en cuando algún golpe peligroso.
Sonaba la campana y nos íbamos a las cartulinas de los jueces que ofrecieron un 98-92, 98-92 y 97-93, en favor de la campeona Asley González.
Yo difiero un poco en el número de rounds que le dan a la mexicana, yo vi más un 6-4 en rounds, pero la victoria si creo que es merecida para Asley, aunque de no ser por ese fatídico quinto asalto, creo que Mary se podía haber llevado la victoria, ya que en ese momento perdió confianza y piernas.
Felicitar a Asley por la victoria y a Mary por el gran desempeño, si bien es cierto que no fue un combate muy vistoso, pero no todos los días una boxeadora española disputa un título mundial del WBC. Mary lo ha disputado dos veces este 2024, una en el peso gallo y ahora en el peso supermosca, como ya contamos previamente en el inicio de la crónica, pero es digno de remarcar.