El Palacio de Deportes y Congresos de Platja d´Aro fue el escenario en el cual, anoche, Cristóbal Lorente y Rubén Gil nos ofrecieron uno de los combates del año en España. En juego estaba el campeonato de Europa del peso pluma. Lorente realizaba su segunda defensa, pero en este caso, sería en su terreno, con su gente y ante un boxeador español.
Un gran ambiente en un pabellón deseoso de ver a su campeón volver a retener el cinturón.
Rubén Gil, desde el primer instante, demostró no verse acomplejado por el campeón. Contra golpeaba con la derecha recta en constantes ocasiones y Cristóbal Lorente se tuvo que poner el mono de trabajo para irle cerrando las salidas al boxeador malagueño. No es el boxeo al que más nos tiene acostumbrados el barcelonés, pero no le quedó de otra. No estaba cómodo, pero no todos los días vas a tener las mejores sensaciones, en cambio, el trabajo no se negocia.
Cada asalto que pasaba, Rubén Gil se quedaba más en las cuerdas. Se le veía tranquilo y confiado. Bloqueaba la mayoría de golpes, aunque esas acciones pegado al ensogado no eran muy beneficiosas para él. Se terminaba llevando golpes en los costados y dando la sensación de que el campeón puntuaba más.
Y así fue transcurriendo el combate hasta el final del mismo. Donde ambos se dejaron todo por convencer a los jueces. Rubén Gil celebraba cada acción jaleado por su esquina. La verdad es que el malagueño demostró un boxeo de alta escuela, con grandes movimientos y de reflejos felinos. De no ser por ese acomodamiento durante varios asaltos, seguramente hubiese dado la sorpresa.
En el boxeo, como en la vida, cuando no esperas mucho de alguien y termina sorprendiendo, se sobredimensiona todo. Rubén Gil hizo un combate muy bueno, a sus 24 años y con solo ocho combates de experiencia en el campo profesional, pero la sorpresa generada ante todo el público de su gran actuación no es causa suficiente para decir que ganó el combate. Todo su equipo, tras finalizar el combate y escuchar las puntuaciones (117-111, 113-115; 114-114), en favor del campeón, estalló. Es a lo que voy, por plantarle cara al favorito y complicarle la vida, no significa automáticamente que te vayan a dar la victoria, son doce asaltos puntuables.
Carlos Fernández