El pasado viernes, 11 de abril, se celebró una velada histórica en la localidad cubana de Varadero. Después de más de 60 años sin boxeo profesional en la isla de Cuba.
Erislandy Álvarez, Lázaro Álvarez, Arlen López y Julio César La Cruz iban a ser los cubanos que integraran esta noche para la historia. También hubo un combate femenino, el debut de la cubana Yakelin Estornell. El marroquí afincado en España, Moussa Gholam también formaría parte del plantel. Agon Sports era la promotora y decidió incluir a Gholam (fichaje reciente) que está en el mejor momento de su carrera.
Ganaron todos los favoritos, no hubo sorpresas, la debutante Yakelin ganó en dos asaltos a la dominicana Lina Tejada, Erislandy ganó a los 28 segundos de empezar el combate a Brainer Vasquez Soli, Lázaro Álvarez tuvo que esperar hasta el octavo asalto para rematar a su rival Miguel Queliz Santos, Arlen López llegó a la distancia; ganando los diez asaltos a Martin Ezequiel Bulacio y Moussa Gholam despachó a Misael Vásquez en tres asaltos. La WBA repartió cinturones por doquier, ya que junto a la Federación Cubana de Boxeo formaron un tandem para colaborar con la empresa promotora; AGON Sports.
El combate estelar fue el más raro, inesperado y espectacular (si lo queremos llamar así).
Julio se enfrentaba al montenegrino Dilan Prasovic, que venía con un record positivo, pero poco alentador, de sus cinco derrotas todas ellas habían sido por ko. Cuando ha salido a Inglaterra, Rusia o Alemania y le han puesto un boxeador de nivel, siempre ha sido noqueado sin pasar de los 3 asaltos. Con lo cual, la pasada noche esperábamos que el cubano sacara a relucir su talento y desbordara al púgil montengrino.
Un primer asalto dominante del púgil de Camaguey, como era de esperar, dominando la distancia a su antojo.
El segundo asalto fue de infarto, Prasovic amagó el recto abajo en un par de ocasiones y usó ese recurso para colarle el crochet de izquierda en toda la barbilla al boxeador cubano, cambiando la altura del golpe y La Cruz cayó a la lona muy mareado. Se terminó levantando y recuperando, Prasovic buscó finalizar, pero se encontró con lo que no quería, el que se fue al suelo, esta vez fue él.
Llegamos al tercer asalto con la emoción en todo lo alto, pero con un Prasovic asfixiado, ya que se había desfondado intentando noquear a La Cruz. El cubano tumbó hasta en tres ocasiones al montenegrino en el tercer asalto y el combate tocó a su fin.
¿Alguien imagina al doble campeón olímpico y cinco veces campeón mundial amateur, logrando a sus 35 años un campeonato mundial en el boxeo profesional?
A mí me dejó mis dudas, el talento lo tiene, pero no hay que olvidar la historia, y es que a los boxeadores cubanos siempre les ha costado ese paso al boxeo profesional, que en realidad es un deporte muy distinto al olímpico.
Lo más importante es que el boxeo ha vuelto a un sitio que es una máquina de crear púgiles talentosos y con una identidad clara y queremos seguir disfrutándolos ahora en el boxeo rentado.