Keyshawn Davis ha necesitado solo 13 combates para ser campeón mundial. El Teatro del Madison Square Garden ha sido testigo de dicha hazaña.Bob Arum, a sus 93 años, sigue sacando campeones mundiales. En este caso, para fichar a Davis no hacía falta ser un visionario. Keyshawn en el campo amateur fue subcampeón mundial y olímpico, Andy Cruz, su principal y más grande rival.
De no ser por el cubano, esas medallas tendrían otro color.
Denis Berinchyk realizaba su primera defensa, de su título mundial del peso ligero (WBO), campeonato que había conquistado ganando al «Vaquero» Navarrete.
Ser campeón mundial no es baladí y aparte, el ucraniano también tuvo una importante carrera amateur, pero Keyshawn salió a la tarima del Garden con una determinación y una autoridad que no dieron ninguna opción al ucraniano, que ni siquiera pudo «jugársela», ni balas perdidas ni nada, el americano destruyó la voluntad de Berinchyk con un trabajo al cuerpo definitivo.
Tres asaltos y medio después de empezar el combate, todo acabó. Davis tiene una técnica exquisita, pero si cree que puede finalizar a su rival, va a por ello. Es lo que los aficionados quieren disfrutar, de pasión dentro de un ring, aunque en este caso, es una fiereza calculada hasta el más mínimo detalle.
Keyshawn, a sus 25 años, pone su nombre encima de la mesa del boxeo mundial.