Este sábado en Londres, hay un combate muy importante en el peso pesado. Anthony Joshua se enfrenta a Daniel Dubois por el título mundial IBF. Innecesario el hecho de que ese cinturón esté en juego, y digo innecesario, porque el campeón unificado era Usyk, que se lo había ganado en el ring. Negocio redondo para Eddie Hearn y Frank Warren, que organizan un combate entre dos de los mejores pesos pesados del planeta y además, con un título en juego. El combate ya es bueno sin cinturón en juego, y lo sigue siendo con él en juego, nada cambia para mí.
En todo caso, el ganador se postulará como el tercer peso completo del mundo, detrás de Fury y Usyk. Para, quién sabe, otro mega combate en 2025.
Joshua ya ha sido campeón del mundo varios años seguidos, a diferencia de Dubois, que busca coronarse por primera vez campeón del mundo, esta será su segunda oportunidad, tras la que tuvo en 2023 ante Usyk.
Ambos vienen con una buena racha de victorias. A priori, parece que veremos una guerra muy dura, el porcentaje de KO de los dos es tan impresionante, como lo es un Wembley lleno a rebosar. Uno tiene la carrera hecha, el otro lucha por estar en la posición que estuvo su rival durante años. Son los combates que hemos visto toda la vida, el hambre ante el más veterano que sigue con ganas de demostrar el porqué ha llegado tan alto en su carrera. Lo bonito de esto, es que el veterano sigue en un estado de forma envidiable. No hablamos de un Jorge Arce vs Nonito Donaire, o de un Canelo vs Mosley, partimos de mucha más igualdad.
Joshua tiene 34 años. Dubois, 27. ¿Seguirá Joshua con la misma hambre de victoria? ¿Demostrará Dubois que es merecida la fe que han depositado en él, sus promotores y fans? ¿Dará Joshua un golpe encima de la mesa, mostrando que la experiencia es un grado? ¿Acabará Dubois con la era Joshua en Inglaterra?
Este sábado lo veremos. Yo visualizo fuegos artificiales, mucho clinch por cansancio y que ambos sufrirán con la pegada del otro. El más inteligente saldrá con la mano en alto. Esto es boxeo, no es un secreto que la inteligencia sea la clave.