Este sábado vuelve a los cuadriláteros, Josh Taylor. Un boxeador que ha logrado la gloria deportiva. Campeón indiscutido del peso superligero, al lograr los cuatro cinturones mundiales en la final de las World Boxing Super Series (WBSS), ante José Carlos Ramírez.
En estos últimos cuatro años, Taylor solo ha realizado tres combates, los dos últimos con derrota clara (Catterall y Teófimo López).
Josh Taylor, a sus 34 años, quiere volver a intentar meterse en la terna de los mejores, debutando en el peso welter y con el objetivo puesto en una oportunidad mundialista. No cabe duda de que es muy difícil. El escocés no es el que era, pero posee un talento único y tendremos que estar muy atentos a su actuación este 24 de mayo, para valorar si podemos contar con él en futuros combates importantes.
A mí, personalmente, siempre me gustó mucho el boxeo de Josh Taylor. Es un guerrero con una técnica depurada y un golpeo abajo criminal. Zurdo, de buena pegada y que rara vez proporciona combates aburridos (a excepción del pleito ante Jack Catterall). Llegó a ser una estrella libra por libra y de los pocos boxeadores a los que el aficionado y los expertos veían con opciones de hacer daño a Terence Crawford.
El The SSE Hydro Arena de Glasgow, será testigo de su regreso ante Ekow Essuman (21-1; 9 KO). En juego, un título de estos intermedios, en este caso, de la Organización Mundial (WBO). Essuman viene de dos victorias ante dos invictos, que venían con un 10-0 y llega lanzado.
La velada la retransmite DAZN.
