Por Carlos Fernández. 27-10-2025 Noche de Boxeo
En las últimas semanas, en Reino Unido estamos disfrutando de unos combates estelares con una emoción tremenda. Siempre ha sido tierra de grandes enfrentamientos, pero como ya digo, últimamente es abrumadora la emoción.

Fabio Wardley llegaba este sábado al O2 Arena de Londres como la promesa a la que le toca perder. Joseph Parker es un gran púgil de la división de peso completo, de hecho ha sido campeón mundial, y su experiencia ante rivales poderosos le daba como para ser favorito ante los expertos y el respetable. Sabemos cómo se las gasta el boxeo. Wardley no era favorito, pero contaba con algo mejor que ese favoritismo, su poder de KO y su tremenda quijada.
Tras una velada algo sosa, con varios combates de respaldo, sin emoción, aderezada por varios prospectos prometedores, llegaba la hora del combate estelar.
El neozelandés, Joseph Parker, empezó ejerciendo una gran presión desde el primer tañido de la campana, obligando al británico a responder con la misma moneda, para no quedarse atrás. Parecía estar bastante más fino, Parker, tanto en el contragolpe, como iniciando las acciones. Wardley avisó al oceánico en el minuto final del segundo asalto con unos golpes certeros que hicieron torcer el gesto de Parker y donde se vislumbraba un posible KO, pero supo pasar la tormenta. Ese ataque furibundo amansó el combate, a Parker le vimos más precavido y Wardley, como había visto de lo que era capaz, estaba paciente esperando su momento. Lo que digo, tuvimos asaltos mucho más calmados, pero con la sospecha de un final apoteósico donde los dos se desataran.
Así fue, el británico necesitaba estaba obligado a desatarse, porque en las puntuaciones podía ir por detrás. Parker llegaba con buenas combinaciones, incluso parecía dañar a Wardley, en ocasiones. En el décimo asalto, una contra perfecta de ejecución de Wardley, en forma de uppercut le abrió las puertas al infierno a su rival. A partir de ahí, todos estaban pendientes del señor Howard Foster, no sabíamos cuándo se metería por dentro para dar por terminado el combate. El neozelandés es otro tipo duro, nunca se da por vencido y exprime sus opciones hasta el final. Pero, las puertas del infierno ya no se cerraron y en el penúltimo asalto le absorbieron para nunca más salir. Wardley vio debilidad y se lanzó a un ataque final con más fallos de los habituales en él, pero que le valió para que el señor Foster, ante la inoperancia de Joseph Parker, diera por finalizado el combate entre dos de los mejores pesos completos del momento.
Fabio Wardley, al finalizar el combate, llamó a Oleksandr Usyk. Desconozco si el británico está listo para el ucraniano, pero no me cabe duda de que merece la oportunidad. Fue una gran noche londinense de pesos pesados, con emoción hasta el final, y que coronaron como aspirante mundial a su paisano. El ambiente, como siempre, a la altura de la cita. El público inglés rara vez suele dejarnos fríos.