Ser el hijo de la leyenda británica, Christopher Livingstone Eubank, más conocido como Chris Eubank, es tener una responsabilidad que no tienen todos los boxeadores.
Eubank Sr, generaba mucha división entre sus paisanos, su ego elevado y la forma de encarar a sus rivales tanto dentro como fuera del ring, generaba mucha polémica. Consiguió ser campeón mundial del peso medio y supermedio. Tuvo rivalidades épicas con Nigel Benn y Michael Watson. Se puede decir que fue parte principal de la época dorada del boxeo británico.
Por algo digo, que la responsabilidad que lleva su hijo a las espaldas es muy grande, el apellido Eubank tiene mucha historia que no debería ser manchada. Aunque soy de la opinión que un hijo tiene que crear su historia y no tiene que ser valorado ni juzgado por el apellido que lleva, es injusto.
En 2011, Chris Eubank jr debutó en el campo profesional. Un boxeador muy entretenido de ver y que noqueaba a sus rivales con una violencia desmedida. Algo robótico en sus movimientos, pero con una agresividad que te invitaba a disfrutar cualquiera de sus combates.
En 2014 le llegó una oportunidad grande ante Billy Joe Saunders, disputarían el campeonato Británico, el de la Commonwealth y el Europeo e una misma noche. Hubo mucha expectación previa al combate debido al carácter de Chris Eubank jr, también tenía gestos prepotentes, como el padre, y Saunders no se quedaba callado. El combate lo ganó Saunders por decisión dividida, Eubank empezó dormido y reaccionó bastante tarde. La primera oportunidad grande se le escapaba entre las manos.
Su carrera continuó con algunas buenas victorias ante rivales decentes (Chudinov, O´Sullivan, Blackwell, Artur Abraham). Logró el campeonato británico del peso medio, el mundial interino de la WBA (nunca entenderé estos cinturones) y el mundial IBO (organismo menos reconocido). En resumen, Eubank estaba ranqueado muy arriba en todos los organismos mundiales, pero no se concretaba su chance para ser campeón mundial.
En 2017, Eubank debutó en la World Boxing Super Series (WBSS), derrotó en cuartos de final a Yildrim, con un KO espectacular. En semifinales del torneo, llegaba su primera oportunidad de ganar un título mundial, ya no eran «mundiales interinos», ni campeonatos secundarios, disputaría el mundial del peso supermedio de la WBA, en posesión de George Groves. Fue un combate de inteligencia en el que Eubank tampoco supo aprovechar su mayor potencia y contundencia, ni la salida del hombro de su rival en el último asalto. Groves pasó a la final de la WBSS y retuvo su cinturón. Otra gran oportunidad que se le escapaba entre las manos a Chris, en este caso la más importante hasta el momento.
Desde ese instante, Eubank ha ganado 7 combates de 8 disputados, la derrota fue ante Liam Smith, aunque meses después cobró venganza sacando del mapa a Liam Smith con una gran actuación. Dejó al primer combate como anécdota de una mala noche, un despiste letal.
Chris, sigue ahí, ranqueado en casi todos los organismos como un posible retador al título mundial, pero a sus 35 años sigue sin haber logrado ser campeón del mundo. Este artículo lo empecé con el objetivo de contarle al mundo cuál era el mejor boxeador de los últimos años que no ha conseguido ser campeón del mundo. Escribiendo he acabado relatando un poco de la historia de su carrera sin adentrarme del todo, pero era necesario para que comprendan mi punto de vista. Seguro que hay otros nombres por ahí que tampoco han logrado ser campeones y puedan merecer el puesto que le otorgo yo, a Chris Eubank Jr. Estaré encantado de que compartan su opinión.
Este 12 de octubre vuelve Chris a la tarima, en la velada del Bivol vs Beterbiev, boxea ante el polaco Kamil Szeremeta (ex campeón europeo y retador mundial). A priori muy favorito el inglés. En la rueda de prensa atizó a Eddie Hearn y a Frank Warren, para luego alabar a Turki Al-Sheikh. El saudí ha conseguido unir, a base de dólares, a los mejores promotores del mundo. ¿Conseguirá Turki Al-Sheikh, una oportunidad mundial para Eubank jr? Espero que sí. Son 35 años y los jóvenes vienen apretando fuerte, pero no creo que se rinda fácil sin intentarlo una vez más. O eso dice su historia.