Johnny Fisher «The Romford Bull» (13-0; 11 Ko) tiene este sábado la misión de dejar meridianamente clara su superioridad ante Dave «White Rhino» Allen (23-7-2; 18 Ko). Ambos se enfrentaron el 21 de diciembre en Riyadh, con resultado favorable para Fisher, resultado muy polémico a tenor de lo que todos vimos en esos 10 asaltos, en los que Fisher llegó a caer a la lona y tuvo piernas de trapo durante varios asaltos.
Mañana el evento será en tierras británicas, en el Copper Box Arena, Queen Elizabeth Olympic Park, de Hackney Wick, Middlesex, Reino Unido.
Haríamos muy mal, las personas encargadas de darle difusión al noble arte, si menospreciáramos este tipo de veladas entre nacionales. Realmente, estos combates son los que crean afición al ver a dos boxeadores del mismo país, que comparten la misma categoría de peso y las mismas ganas de demostrar que son mejor que su paisano. La afición se reparte entre unos y otros, y si los púgiles responden con un buen espectáculo, ya tenemos el menú perfecto para enganchar a nuevos aficionados, tanto británicos, como también público ocasional que conecta ese día la TV y respira el pique y la mala sangre generada en ese enfrentamiento. El boxeo es pasión, además de muchas cosas más. Y esa pasión no tiene por qué ser generada por un campeonato del mundo, ni mucho menos.
Johnny Fisher es el favorito, el más joven de los dos. Un boxeador en ascenso, a pesar de sus lagunas técnicas, pero con un alma de guerrero incuestionable.
Dave Allen es un boxeador que no tiene la mejor disciplina, pero que no rehúye a ningún rival. Es siete años mayor que Fisher y en el primer combate demostró que más vale maña que fuerza. Le hizo la vida imposible, con mil y una artimañas.
En resumen, un buen combate de revancha, de esos que pueden acabar en un minuto o durar diez asaltos de guerra.
La velada la retransmite DAZN, en España, la cartelera principal comienza a las 20:00.