De Antonio Ruiz a Cristóbal Lorente. 100º aniversario.

El primer español en coronarse campeón de Europa

Noche de Boxeo
By Noche de Boxeo 8 Min Read

Por Carlos Fernández.     30-10-2025        Noche de Boxeo

Nuestro protagonista de hoy soñaba con ser torero. La pobreza extrema era un habitual en aquellos tiempos para una familia de jornaleros. Antonio Ruiz nació en 1904 y a los nueve años ya se ganaba la vida trabajando. A pesar de vivir con su familia en una cueva, el hambre y los numerosos problemas a los que podían enfrentar, todo ello le forjó un carácter resiliente, que quedó más que demostrado en su proceder con el paso de los años.

De Tarancón (Cuenca) a Madrid, su familia se vio obligada a emigrar a la gran ciudad, en este caso, al barrio de Vallecas. A los 12 años dejó el trabajo en una fábrica para intentar cumplir su sueño de torero como «maletilla» por distintas partes de España. No le fue muy bien, que digamos. En vista de que no encuentra un trabajo con el que ganarse la vida, con 16 años viaja a Barcelona acompañado de un amigo. Soldador sería su siguiente oficio, pero las crisis económicas que dejó a su paso el final de la Primera Guerra Mundial hacen replantear a Antonio su futuro. Él es amigo de un boxeador que lo intenta convencer, pero no se deja, hasta que empieza a frecuentar veladas pugilísticas en Barcelona y se inscribe en un club de boxeo que al poco tiempo le ofrece un combate. Antonio preguntó cuál sería el dinero a recibir por subirse a un ring. —25 pesetas— le dijeron, a lo que Antonio aceptó sin dudar. Acostumbrado a ganar un jornal de 11 pesetas como soldador, figúrense.

Su debut, a los 17 años, fue una derrota ante Carlos Aracil en el Gran Teatro Español de Barcelona. Para que vean. Esto nunca es como empieza. Antiguamente, para crecer como deportista te tenías que subir al ring y «manchar» tu record. Daba igual, Antonio quería comer y para comer hay que ganarse el sueldo, con el rival que sea.

Poco después, aparece Frank Hoche, un personaje que algún día conoceréis en la revista donde estáis leyendo este texto. Le fichó para su gimnasio y le entrenó como Dios manda en el manejo de la dulce ciencia. A partir de ahí, Antonio tuvo una carrera deportiva muy exitosa que lo llevó a ser campeón de España del peso pluma y a enfrentarse a boxeadores de la talla de José Gironés o Young Ciclone; auténticas leyendas de su tiempo.

Antonio Ruiz

La antigua IBU, actual EBU (a partir de 1946), nombró a Antonio aspirante oficial al título de Europa del peso pluma. “La noticia de haber sido nombrado oficialmente “challenger” del campeonato de Europa de mi peso, Hebrans, me volvió loco de contento; casi lloré de alegría. Ya verá usted, ya verá, cuando llegue el combate… Tengo unas ganas de ponerme los guantes… Y que me los quito siendo campeón de Europa. Yo ya sé que Hebrans es un buen boxeador, muy rápido y científico, pero no pega fuerte. Todo está en que pueda cogerle uno bien”. Pero antes, la Federación Español le obligaba a defender el cinturón español ante Ciclone, combate que terminó perdiendo, así como el aspirantazgo conseguido, pero como ya tenía un contrato firmado con el belga Henri Hebrans, la IBU no tuvo más opción que dejar que se celebrara ese combate y dejar a Young Ciclone a la espera.

Veinte días antes de la disputa del campeonato de Europa, Antonio disputó doce asaltos ante José Gironés, en la Plaza de Toros de las Arenas de Barcelona, con victoria para nuestro protagonista, en una cartelera con Paulino Uzcudún de estelar. Eran otros tiempos, eran otros héroes, era otra cosa.

Llegó el día, el 30 de octubre de 1925, estoy escribiendo esto cien años después de ese día. Ahí es nada. Antonio subía al entarimado del Circo Teatro Price de Madrid, a ganarse su sitio en la eternidad. Tal fue la paliza, que tras caer en el sexto asalto y sufrir mucho en los siguientes asaltos, el belga no salió al noveno. Antonio pasaba a ser «El emperador de Vallecas» y entraba en la historia del boxeo español, al ser el primer campeón de Europa que tenía nuestro país. Dos meses después vengaría esa derrota ante Young Ciclone, cumpliendo con lo establecido por la Federación Española, a causa de su derrota previa por el campeonato nacional.

Teatro Circo Price

Tras un periplo por Argentina, a su vuelta, Antonio perdió el título y empezó una cuesta abajo normal para cualquier deportista de élite.

Antonio Ruiz; “Cuando perdí el título de campeón empezaron a darme de lado. Caí en desgracia…Luego, uno es joven, y cree que la juventud es eterna… He ganado mucho y he gastado mucho. Además, los de mi profesión necesitamos a nuestro lado alguien que mire por nuestra salud; un método de vida especial, mucho más riguroso que el de las estrellas del cine… Yo sólo tuve un buen manager al principio de mi carrera”.

Tiene que dejar el boxeo obligado por los malos resultados, que sumados a un estado de salud deplorable y una gran falta de recursos fueron los detonantes de todo. Una vida de derroches que acabó como suelen acabar esas vidas desenfrenadas. Antonio encuentra la ayuda de un amigo, que le ofrece un trabajo de portero en el antiguo Kursaal Magdalena de Madrid, era un café-concierto junto a la Plaza Antón Martín.

“Estoy contento; tengo un duro diario de jornal, trabajo y como… Con que me hubieran dado la comida me hubiera quedado”

Dicen que acabó mendigando por las calles de Madrid. Sea o no sea así, lo cierto es que Antonio Ruiz ‘Emperador de Vallecas’ fue hallado moribundo el 25 de noviembre de 1957, cerca de la plaza de Antón Martín, en estado comatoso. Moriría esa misma tarde. Tenía 53 años.

Cien años después, el campeonato de Europa del peso pluma sigue siendo español. Cristóbal Lorente. Casualmente, un barcelonés, el lugar donde Antonio conoció el noble arte y creó un legado que los españoles jamás olvidaremos.

Cristóbal Lorente

 

 

Fuentes: boxeo1930s.blogspot.com, TeleMadrid y Boxrec

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