Weekly Boxing

Resumen semanal de Noche de Boxeo.

Noche de Boxeo
By Noche de Boxeo 9 Min Read

Boxeo semanal

por Carlos Fernández.

 

Este fin de semana hemos tenido de todo un poco. Desde victorias en el primer asalto por aplastamiento, hasta combates con emoción desde el primer segundo hasta el último.

Los sábados están encantados de conocer a tipos como Karen Chukhadzhian. El ucraniano daba el primer aviso de este gran fin de semana. Es una máquina de picar carne. Muy astuto. Y cuando tiene al rival herido no se conforma, lo remata. De las tres derrotas en su carrera profesional, dos han sido ante la estrella americana Jaron Ennis —de la que hablaré ahora—. ¿Qué quiero decir con esto? Pues que, para deshacerte de Chukhadzian tienes que brillar sobre el ring. Ennis pasó sus malos momentos con este gran púgil. Eso lo dice todo. Menos de dos asaltos aguantó en pie el argentino Joel Marcos Mafaud en el Arena Riga de la capital de Letonia.

Karen Chukhadzian y su equipo tras la victoria

Desde Letonia, hacemos una pequeña parada, pero no menos importante en Ucrania. En concreto, en la capital, Kiev. Un compatriota español, Alejandro Moya, viajaba allí para enfrentarse con una de las figuras locales más importantes en la última década. Cierto es, que Viktor Postol, del que os hablo, ya no es el que era. 41 años lo avalan, pero es un deportista nato y conserva un físico envidiable.

No puedo explayarme cómo me gustaría, ya que no he podido ver el combate. Según la versión del equipo de Alejandro Moya, el español hizo un gran papel y consideran injustas y exageradas las puntuaciones de los jueces en favor de Postol (98-93; 97-93; 100-90), así como de los continuos agarres del local. Alejandro Moya le abrió un corte debajo de la ceja derecha en el cuarto asalto. También reclaman él y su equipo que el árbitro no parara el pleito y le dieran vencedor. Como veis, no están muy contentos con el trato arbitral, ni de los jueces, pero sí con el trabajo realizado sobre el ring. Yo, por mi parte, no puedo dar una opinión, me limito a exponer lo que han comentado Moya y su equipo a los distintos medios. Le deseamos lo mejor.

El señor Vadym Lavrenets levanta el brazo de Viktor Postol

Tras este paréntesis de españoles por el mundo, viajamos en vuelo directo hasta el Sheffield Arena, que se vestía de gala el pasado sábado para disfrutar de otra gran gala pugilística con un combate estelar vibrante que nos mantendría a todos con los ojos pegados a la pantalla y a los allí presentes rugiendo como si de un coliseo romano se tratase. Lo mejor de todo es que no exagero ni un palmo. Pero antes, pudimos disfrutar de una cartelera muy entretenida. Destacando el pleito entre Bilal Fawaz y Junaid Bostan por el título inglés del peso superwelter. Era combate de revancha; el primero fue nulo; en este, el supuesto favorito (Bostan) casi cae a la lona tras quedar con las piernas de goma en un tercer asalto para el recuerdo. En el siguiente asalto, Bostan aguantó la tormenta inicial, donde su rival buscaba rematarlo, pero no fue así. Bostan se plantó al tú por tú y desgranó sus mejores combinaciones del combate. El ritmo fue bajando conforme avanzaban los asaltos, los jueces debían decidir. Ganó Fawaz por decisión mayoritaria —por cierto, Fawaz tiene una historia de vida bastante dura e interesante que conviene contar en otra oportunidad— (96-95; 96-94; 95-95). Yo firmaría un tercer combate en unos meses.

Auténtica cara de sorpresa de Fawaz tras escuchar el veredicto que le       otorgaba como campeón inglés

Saltaban al ring el rinoceronte blanco, Dave Allen y el león ruso, Arslanbek Makhmudov. A priori, dos pesos pesados que no tendrán nunca una chance mundialista, pero que de vez en cuando ofrecen buenos combates y entretienen al espectador con su fuerza y coraje. El inglés venía de arruinar a la promesa británica, Johnny Fisher. Makhmudov, por su parte, viene generando multitud de dudas desde su combate ante Kabayel.

Son este tipo de combates estelares los que me gustaría poder presenciar en directo alguna vez. No me escondo, hablo del ambiente de fervor absoluto del público inglés. Yo estaba en casa, pegado a la pantalla, escuchando el rugido de los aficionados cuando Dave Allen rozaba el fornido cuerpo del ruso. No hay punto de comparación posible con las veladas en Arabia Saudí, es otra cosa. Makhmudov supo mantener a raya al inglés, al menos durante una mayor parte de los asaltos. Allen no pudo mantener un ritmo alto de golpeo debido al castigo tan duro que le infligió Makhmudov, sin mucho artificio, golpes rectos que percutían como martillo neumático en la cabeza del inglés. El «White Rhino» tiró de casta y gozó de buenos momentos lanzando sus voleas al rostro del ruso, que se le veía algo mareado, hasta que supo rearmar su plan y volver a su ritmo continuo. Los jueces dieron una decisión unánime en favor del púgil visitante (117-109; 116-110; 115-111).

Me quedo con el ambiente. Espero con ansias la revancha entre Chris Eubank jr y Conor Benn, eso será otra velada con un ambiente único y especial en la que los ingleses jalearán hasta el último instante. Este aspecto no es menor, un público como el inglés puede cambiar una velada de raíz. Un combate flojo lo hace emocionante y un combate bueno lo convierte en un clásico.

Dave Allen vs Arslanbek Makhmudov

Ya de madrugada en España y con un servidor descansado, el mundo entero descubrió cómo se las gasta Jaron Ennis en una nueva categoría de peso. Un abuso. El angoleño Uisma Lima no era ningún indocumentado, es un púgil de buena pegada y que se ha ganado el respeto boxeando por todo el mundo. No rehuyendo ningún reto, por grande que parezca. Ahora, Jaron Ennis es otra cosa, juega a otro deporte y digo «juega» porque para muchos boxeadores sería imposible ejecutar las acciones a la velocidad del americano, y él parece que lo hace con suma facilidad. En menos de dos minutos, Lima visitó la lona del ring situado en el Wells Fargo Center de Philadelphia. No hubo más películas. Jaron Ennis aterriza en el peso superwelter con un elefante en una cacharrería. Le esperan Abass Baraou (WBA), Murtazaliev (IBF), Sebastián Fundora (WBC) y Xander Zayas (WBO) como campeones mundiales de la división. También está por ahí el bueno de Vergil Ortiz (WBC interino). Hay retos de sobra para un boxeador que ya no está para luchar con boxeadores menores.

Jaron Ennis observando a Lima en la lona

 

 

Carlos Fernández

 

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