Manny Pacquiao roza la épica

Manny Pacquiao se queda muy cerca de lograr el título mundial a sus 46 años.

Noche de Boxeo
By Noche de Boxeo 5 Min Read

Para hablar de la leyenda de la que voy a hablar, hay que sentarse, respirar y disfrutar el momento para darse el gran gusto de escribir unas líneas de un nuevo combate de Manny Pacquiao. Qué maravilla coincidir en el tiempo para ver su historia.

Anoche, en el MGM Grand Garden Arena de Las Vegas, el texano Mario Barrios realizaba su primera defensa mundialista del peso welter (WBC) ante el filipino Manny Pacquiao.

A sus 46 años, el Pac-Man filipino regresaba tras cuatro años de inactividad y lo hacía para buscar la épica. Solo dos boxeadores han logrado ser campeones mundiales con mayor edad. Bernard Hopkins (49) y George Foreman (45). La atracción del mundo del boxeo se centraba este sábado en ver a Manny lograr otro hito.

Debo decir que recién acabé de ver el combate, no es un muy recomendable escribir nada mas disfrutar de algo, porque las emociones te pueden nublar la objetividad, pero como esta es mi casa, allá voy.

Empieza el combate y en lo primero que me fijo es en la pasividad o poca intensidad del campeón. Barrios hace unas macropausas entre ataque y ataque algo preocupantes. Un comienzo un tanto frío. En cambio, el filipino tiene esas arrancadas tirando tres y cuatro manos, no muy potentes pero efectivas. Alguna llegaba a destino.

Los días previos yo tenía la duda bastante razonable de la velocidad de Manny Pacquiao, le había visto en alguna exhibición que ha realizado estos años y no daba lugar al optimismo. Por eso, tras los dos primeros asaltos, no me atreví a dar por hecho que iba a ser todo el combate igual. Creí que no mantendría esa chispa.

Me equivoqué, si bien es cierto que no es ni la sombra del Pacquiao que fue, pero eso es algo tan obvio como que el tiempo pasa para todos.

El combate fue transcurriendo con un ritmo parecido, sin grandes alardes. Cuando el campeón decidía subir un poco el ritmo y dejar de ir solo a una mano, ahí es cuando conectaba de manera peligrosa al filipino, de hecho hubo un par de combinaciones cambiando las alturas que le hicieron daño. Para la sorpresa de todos, Barrios no insistía en ello, se frenaba después de realizar una buena acción y podían pasar muchos segundos sin que volviera al trabajo.

Asaltos muy cerrados, Pacquiao ponía el volumen y Barrios la potencia, el público enfervorecido en cada arrancada del pac-man filipino, aunque de cinco golpes aterrizaran cuatro en la guardia y el otro golpe no hiciera cosquillas al texano. ¡Pero se llevaba asaltos por insistencia! Cerraba mejor.

Llegaron los asaltos de campeonatos con la misma tónica. El campeón muy apático y el aspirante intentando llevarse los asaltos por la mínima. Como aficionado al noble arte me dio coraje el complejo y el respeto que veía en Mario Barrios hacia Manny Pacquiao. El mayor respeto que puedes ofrecer a una leyenda es intentando comértelo dentro del ring, dejándote todo. Y mi sensación es que Barrios no buscó la gloria con todo lo que tiene dentro. Hablo desde mi silla, desde mi casa, con todas las comodidades. Yo no he estado enfrente de Manny Pacquiao. Es mi impresión. Ante Gervonta Davis, con 20 años menos que Pacquiao (26) lo vi hacer mucho más por ser el hombre de la noche.

Termina el pleito y los jueces ven un empate mayoritario (114-114; 115-113 (Barrios); 114-114). Mario Barrios retiene el campeonato. Sin más. Hubo asaltos muy cerrados en los que te puedes decantar por cualquiera. Lo que sí es sorprendente es la rectitud de los jueces, aun escuchando un recinto cantar el nombre de Pacquiao durante muchos tramos del combate. Me alegra eso.

 

¿Volverá Pacquiao? ¿Será ante Mayweather? ¿Por un título mundial? Sea lo que sea, hay que estar contentos de que no haya pasado nada malo y haya podido hacer su regreso sin contratiempos, que a su edad nunca se sabe, puede ser muy peligroso.

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